
Al caudaloso río Han que atraviesa Seúl, los coreanos le atribuyen el ‘milagro’ de haber transformado un país devastado por la guerra civil (1950-1954) en una potencia económica, la cuarta de Asia y entre las 13 del mundo. Un milagro si uno piensa que carece de recursos naturales y tiene solo 99.900 kilómetros de superficie (casi la cuarta parte de la extensión de Santa Cruz, Bolivia).En la capital coreana, los rascacielos de cristal y acero impresionan, tanto por sus materiales como por el riesgo en sus formas. De noche parecen un paisaje futurista.Dinero tuvo la oportunidad de visitar el...